En la búsqueda de reducir el consumo energético y promover la sostenibilidad, cada vez más propietarios optan por convertir sus casas tradicionales en viviendas pasivas. Este proceso de renovación energética implica una serie de medidas y técnicas para mejorar la eficiencia térmica y reducir las pérdidas de energía.
1. Evaluación energética inicial:
El primer paso en la renovación energética es realizar una evaluación exhaustiva del estado actual de la vivienda. Esto incluye identificar áreas de pérdida de calor, analizar el rendimiento de los sistemas de calefacción y refrigeración, y evaluar la eficiencia de los materiales de construcción existentes. Se llevan a cabo pruebas de hermeticidad al aire y se evalúa el comportamiento térmico de la vivienda.
2. Mejora del aislamiento térmico:
Una parte fundamental de la conversión a una casa pasiva es mejorar el aislamiento térmico. Esto puede implicar la instalación de nuevos materiales aislantes en paredes, techos y suelos, así como la sustitución de ventanas y puertas por modelos más eficientes desde el punto de vista energético. Se eligen cuidadosamente los materiales de aislamiento de acuerdo con las necesidades específicas de la vivienda y las condiciones climáticas locales.
3. Optimización del sistema de ventilación:
Las casas pasivas requieren un sistema de ventilación controlada para garantizar un suministro constante de aire fresco y una evacuación adecuada de la humedad. En la renovación energética, se pueden instalar sistemas de ventilación mecánica con recuperación de calor para maximizar la eficiencia energética. Se diseñan sistemas de ventilación adaptados a las características de la vivienda y se calculan los caudales de aire necesarios para garantizar un ambiente interior saludable.
4. Implementación de tecnologías eficientes:
Además del aislamiento y la ventilación, la conversión a una casa pasiva puede implicar la incorporación de tecnologías eficientes, como sistemas de energía renovable (paneles solares, aerotermia, etc.), iluminación LED de bajo consumo y electrodomésticos eficientes energéticamente. Se evalúan las opciones disponibles en el mercado y se eligen aquellas que se adapten mejor a las necesidades y objetivos de eficiencia energética del proyecto.
5. Control de la estanqueidad al aire:
Para garantizar un rendimiento óptimo en términos de eficiencia energética, es crucial asegurar que la vivienda sea hermética al aire. Esto implica sellar grietas y huecos en la envolvente del edificio para evitar infiltraciones de aire no deseadas que puedan comprometer la eficiencia del sistema de calefacción y refrigeración. Se realizan pruebas de blower door para medir la estanqueidad al aire de la vivienda y se llevan a cabo las correcciones necesarias para minimizar las infiltraciones de aire.
6. Monitoreo y mantenimiento continuo:
Una vez completada la renovación energética, es importante realizar un seguimiento regular del rendimiento de la vivienda y realizar el mantenimiento adecuado de los sistemas instalados. Esto garantizará que la casa continúe funcionando de manera óptima en términos de eficiencia energética a lo largo del tiempo. Se establecen programas de mantenimiento preventivo para asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas y se proporciona asesoramiento a los propietarios sobre cómo optimizar el rendimiento energético de su vivienda.
La renovación energética para convertir una casa tradicional en una casa pasiva no solo reduce el consumo de energía y las emisiones de carbono, sino que también crea un ambiente interior más cómodo y saludable para sus habitantes. En Salydur, estamos comprometidos a ayudarte en este proceso de transformación hacia la sostenibilidad. Contáctanos para explorar cómo podemos convertir tu hogar en una casa pasiva de alto rendimiento energético.
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