Construcción pasiva: Edificios más eficientes

La Construcción pasiva es un modelo de construcción que hace hincapié en la eficiencia energética. Desde esta iniciativa se pretende asegurar altos niveles de confort en el interior de las viviendas con un consumo energético lo más bajo posible.

Este estándar de ingeniería nació en Alemania en 1991 y también es conocido como Passivhaus. En la actualidad se ha extendido por todo el mundo y cuenta con una certificación propia: el Certificado Passivhaus.

Para que una casa se considere una Construcción pasiva tiene que cumplir un requisito básico. Este es que la demanda anual de energía no supera los 15 kWh/m2.

Además, se apuesta por prescindir del uso de sistemas convencionales de calefacción basados en combustibles fósiles.

Pilares básicos de la Construcción pasiva

Existen 5 principios básicos en los que se pone el foco a la hora de considerar si una casa es pasivaPassivhaus.

  • Aislamiento térmico.
  • Ventanas de altas prestaciones.
  • Ventilación controlada.
  • Estanqueidad.
  • Eliminación de puentes térmicos.

Aislamiento térmico

El aislamiento térmico no solo contribuye a mantener una temperatura confortable en la vivienda. Cuanto mejor sea el aislamiento, menor será el gasto energético. Y esta es otra de las claves de la Construcción pasiva para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Para lograrlo se recurre a materiales con una alta inercia térmica. Esta propiedad se define como la capacidad de almacenar calor, conservarlo y liberarlo de una manera paulatina. Así, los elementos con una alta inercia térmica permiten mantener la temperatura estable en el interior de las viviendas.

Ventanas de altas prestaciones

Como elemento especialmente delicado para el adecuado aislamiento y estanqueidad, la Construcción pasiva exige altas prestaciones a las ventanas.

Se consideran de altas prestaciones las ventanas de vidrio de tipo bajo emisivo. Este vidrio tiene la capacidad de reflejar el calor del interior de la vivienda durante el invierno, y repeler calor el exterior en verano.

Además se requiere doble cristal, o incluso triple y con relleno en las cámaras en los climas más extremos.

Ventilación en la Construcción pasiva

La Construcción pasiva deshecha los sistemas de ventilación tradicional debido a que son poco eficientes. En lugar de eso se propone una ventilación controlada con recuperación de calor. Se trata de un sistema mecánico en el que un circuito se encarga la entrada de aire exterior. En paralelo, otro circuito distinto lleva a cabo el vaciado del aire.

Al la vez, durante el proceso se filtra el aire, garantizando su calidad y la expulsión de agentes nocivos como el dióxido de carbono. El exceso de vapor de agua también es eliminado, y los olores de la actividad humana son ventilados.

Se considera que este tipo de ventilación presente en cualquier construcción pasiva reduce las pérdidas de calor hasta en un 80%. Al mismo tiempo, el calor absorbido puede ser reutilizado para generar calefacción.

Estanqueidad

La estanqueidad o hermeticidad del aire es fundamental en la Construcción pasiva. Su efecto directo sobre la eficiencia energética de la vivienda está fuera de toda duda. Los puntos sensibles a las filtraciones, que afectan notablemente al confort de la vivienda, se miden mediante la prueba de presurización Blower-Door.

Los tests de estanqueidad del aire se realizan en las zonas que más problemas suelen presentar. En resumen, algunas de ellas son:

  • Las propias paredes, suelos y techos y sus envolturas.
  • Los puntos de cruce de las paredes con estructuras de madera o el forjado.
  • Los cambios de altura del tejado.
  • La colocación de ventanas y marcos de las ventanas.
  • Las cajas de las ventanas y persianas, puertas, paredes, etc.

Puentes térmicos

Los puentes térmicos pueden definirse como focos importantes de pérdida de calor o de frescura en el hogar. La Construcción pasiva lo que busca es lograr la ausencia de estos puentes térmicos.

Las formas más habituales que adoptan los puentes térmicos en una vivienda son:

  • Uso de material constructivo con un espesor no uniforme.
  • Pilares u otros elementos que interrumpen el aislamiento térmico.
  • Las esquinas o los encuentros entre elementos de la envolvente. Por ejemplo, fachadas con voladizos o con cubiertas, entre otros elementos.
  • Falta de continuidad en las envolturas aislantes.

Certificado Passivhaus

Esta homologación de eficiencia energética nació con el propio concepto de Construcción pasiva. Básicamente, establece una serie de parámetros que debe reunir una vivienda para ser considerada una Casa Pasiva.

El Passivhaus Institut, la entidad responsable de este certificado, tiene en cuenta las siguientes cualidades: bajo consumo energético, sostenibilidad y eficiencia.

Algunos de los factores indispensables para otorgar esta certificación ya los hemos visto. Nos referimos a: Aislamiento térmico, Ventanas de altas prestaciones, Ventilación controlada, Estanqueidad y Eliminación de puentes térmicos.

Ahora bien, el certificado Passivhaus se fija en otros aspectos igualmente relevantes para garantizar el confort en los edificios al mismo tiempo que el gasto consumo energético se mantiene muy bajo. Estos elementos son:

  • La orientación del edificio.
  • El grado de exposición solar.
  • El uso de materiales ecológicos.
  • Máxima integración en el entorno.

Lo que se busca con estas medidas está muy claro: el aprovechamiento de la energía y la luz natural durante el invierno, y la minimización de la incidencia solar durante el verano. En el punto de mira de la Construcción pasiva está hacer innecesaria la presencia de sistemas activos de calefacción, o al menos reducir su uso al mínimo.

La Construcción pasiva en datos reales

En definitiva, la Construcción pasiva busca funcionalidad y comodidad pero reduciendo al máximo el gasto en energía y el consecuente impacto ambiental.

Traduciendo a números reales estas palabras que pueden sonar un tanto abstractas sobre el papel, los hitos teóricos de una construcción pasiva serían:

  • Demanda máxima de calefacción: 15 kWh/m²año.
  • Demanda máxima de refrigeración: 15 kWh/m²año.
  • Para edificios con calefacción y refrigeración por aire, existe una alternativa a conseguir: Carga de frío y calor menor de 10 W/m².
  • Estanqueidad al aire no debe ser superior a 0,6 renovaciones/hora con una presión o depresión de 50 Pa (Prueba Blower-Door).

La Construcción pasiva se está imponiendo también en España. No podemos menos que alegrarnos de que cada día más personas escojan vivir en un hogar de máxima eficiencia energética, comprometido con el medio ambiente.

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