Si tienes pensado reformar una vivienda seguramente debas proteger todas las pertenencias que quieras conservar para que no se dañen o se ensucien durante las obras. Y trasladar todos aquellos objetos y muebles voluminosos que puedan dificultar el trabajo, ya sea en otro espacio de la vivienda o en un trastero.
En este artículo os queremos hablar de la importancia de preparar bien la vivienda antes de empezar la reforma. Con ello evitaremos incrementos en el presupuesto por desperfectos y conseguiremos que la limpieza final no se prolongue durante días.
Protección de objetos y muebles
Las mudanzas son bastante pesadas pero con una buena planificación y organización se pueden hacer más llevaderas. No hace falta llevarse todas las cosas, quizás sea un buen momento para deshacernos de aquellas cosas que nos sean innecesarias.
Deberemos guardar los objetos en cajas de cartón y utilizar algún material de embalaje como espuma o plástico con burbujas para los más frágiles. Y marcar cada contenido con nombres o números para saber que hay en cada caja.
Cubrir los muebles u objetos más grandes con plástico y sellarlos con cinta para evitar que se llenen de polvo; o protegerlos con telas y mantas para que no se rompan o sufran cualquier desperfecto en el momento del traslado o durante las obras.
Traslado y almacenaje
En una reforma lo más seguro es que tengas que mover todas tus cosas a otro sitio, dejando el espacio libre de obstáculos para poder trabajar con comodidad y seguridad.
Siempre y cuando sea posible, se podrán trasladar todas las cosas en algún dormitorio u otro espacio de la vivienda que no se vea afectado por las obras. O moverlas a otro sitio, ya sea en un garaje o en un trastero, para que se mantengan a salvo hasta el momento de finalizar los trabajos.
Si quieres estar más tranquilo siempre puedes contratar una empresa de mudanzas. Será una inversión extra pero merecerá mucho la pena.
Quedarse o irse de casa durante la reforma
Si es una reforma integral (o casi) deberás irte a vivir temporalmente a otra vivienda. Si es parcial y se ven afectados los espacios esenciales como la cocina y el baño recomendamos no quedarse en casa, y aún más si vives con tu familia. Convivir con las obras no es nada fácil por las molestias que ocasionan: ruidos, ausencia de limpieza e intimidad, cortes de agua y luz, presencia de materiales peligrosos, etc. A parte de la ansiedad que puede conllevar la alteración de la rutina.
Si decides quedarte en casa deberás disponer de una infraestructura mínima: un baño operativo y un espacio para dormir y para guardar todos los trastos sin que entorpezca la obra. Si no dispones de una cocina operativa siempre tendrás la opción de ir a comer fuera. Para evitar el estrés y la frustración tendrás que concienciarte de que la rutina y el orden se van a trastocar.
Proteger los elementos de la casa
También deberemos retirar o proteger con plástico y papel todos aquellos elementos que queramos conservar y que puedan verse afectados por las obras: puertas, ventanas, suelos, radiadores, encimeras, aires acondicionados, etc.
Sellar con seguridad aquellas zonas que no vayan a formar parte de la obra para que no entren escombros y polvo. Y habilitar zonas de paso para que los obreros puedan circular sin problemas.
Evitar molestias a los vecinos
Otro punto a tener en cuenta son las zonas comunes con los vecinos. Deberemos proteger aquellos espacios que vayan a ser utilizados para que el polvo, la suciedad y los escombros no sean un problema. Normalmente se suele proteger, con cartón u otro material, la entrada al portal, el ascensor y algún tramo de la escalera y del rellano.
Asimismo, tendremos que depositar los residuos en los espacios y contenedores habilitados para ello. Dejarlo todo limpio tal como estaba al principio y hacerse cargo de los desperfectos que vayan surgiendo durante las obras.